viernes, 26 de julio de 2013

Paul Gascoigne: This Charming Man

A jumped-up pantry boy
who never knew his place
He said "return the ring
"

Hay algunos futbolistas que son la representación del pueblo. Futbolistas, que mas allá de poseer un talento mayor o menor, son capaces de transmitir la pasión y la visceralidad con la que los aficionados viven el fútbol  Estos futbolistas, suelen ser amados por los aficionados, pero no necesariamente por los entrenadores, que en ocasiones desconfían de estos talentos, muchos de ellos fogueados en la calle, lejos del rigor de las academias. Paul Gascoigne era uno de estos futbolistas.

Nació en Gateshead, cerca de Newcastle, en una familia obrera. Ya desde pequeño, Paul daría muestras de lo que nos encontraríamos durante su carrera futbolística: El talento para jugar al fútbol  y la inestabilidad dentro de su vida personal, no teniendo una vida fácil, al sufrir la muerte de su padre siendo muy joven, y siendo responsables de algunos delitos menores. Con 13 años, Gascoigne ficha por las categorías inferiores del Newcastle, donde comenzaba a destacar por su habilidad con la pelota, mientras se iba haciendo famoso por sus anécdotas: Es una tradición que los miembros de los equipos juveniles se hagan cargo de las botas de los jugadores de la primera plantilla, y a Gascoigne le tocaron en suerte las de uno de los mayores jugadores de la historia de Inglaterra: Kevin Keegan, botas que inevitablemente, Paul extravió. Sin embargo, su carrera iba viento en popa, debutando con las “Urracas” en 1985, permaneciendo en la disciplina del club hasta 1988, cuando el Tottenham se hace con sus servicios por dos millones de libras.

Ahora es cuando Gascoigne comienza a ser considerado una estrella por todo el mundo. Con los “Spurs” sigue maravillando a todos por su juego, mientras que su popularidad se dispara. Paul era un joven alegre y divertido, que gustaba de salir por los pubs hasta altas horas de la madrugada, y que sin embargo, jugaba como los mejores. Empezó a jugar para la selección inglesa, donde dejo otra de sus míticas anécdotas, cuando tras acabar un partido con la selección nacional, se le pudo ver en un pub, tomándose una pinta, con la equipacion de la selección y las botas puestas. Gascoigne fue convocado para el Mundial de Italia 90, junto con otros futbolistas como Barnes, Waddle o Lineker, siendo una de las selecciones inglesas más potentes de todos los tiempos, que se plantaría en las semifinales, donde fue eliminada por Alemania Occidental. En este partido, Gascoigne dejo una de las imágenes de la historia de los mundiales, cuando comenzó a derramar sus lágrimas al recibir una amarilla que le impediría jugar la hipotética final. Lágrimas infantiles, de un niño que solo quería que le dejaran jugar al fútbol  y que todo lo demás se lo tomaba como un juego. Tras el Mundial, la publicidad de Gascoigne se dispara: Protagoniza videojuegos para recreativas con su nombre, colabora con grupos ingleses como “Lindisfarme” cosechando éxitos en las listas de ventas, su juego sigue creciendo, y a pesar de tener un par de campañas marcadas por las lesiones, y sus constantes problemas fuera de los terrenos de juego, llevo al Tottenham a la final de la FA Cup, con un golazo de falta a la escuadra en las semifinales contra el Arsenal. Pero en la final, Gascoigne volvió a mostrar su otra cara, la del hombre que, como cantaban los Smiths, “nunca supo su lugar”, destrozándose el ligamento en los primeros minutos de partido tras una terrible e innecesaria entrada a un jugador del Nottingham Forest, su rival en aquella final. Finalmente, las cosas parecían de cara para él, y su equipo se impuso en el partido, mientras que Paul confirmaba su pase a la Lazio italiana, por 5,5 millones de libras, el doble de los que había costado. A “Gazza” parecía que le seguían sonriendo las cosas…

Ahora que he mencionado el apodo “Gazza”, poco saben que el nombre viene de su periplo “Laziale”. Gazza es la palabra italiana para Urraca, el apodo del Newcastle, el primer equipo de Gascoigne. En aquella época, Italia era el epicentro del mundo futbolístico: Todos los futbolistas de talento querían probar allí su valía, y en una época en la que el dinero corría con facilidad, todos los conjuntos tenían su estrella, juntando un amplio ramillete de aspirantes al título. En aquella época la Lazio contaba con jugadores como Signori, Fuser o Riedle, y Gascoigne iba a ser la joya de la corona, y como tal lo recibieron los tiffosi. Sin embargo, “Gazza” estaba todavía convaleciente de su lesión de rodilla, después de decidir que la mejor forma de recuperarse de ella era en un pub, donde cayó  por unas escaleras después de recibir un puñetazo en una pelea, agravándose la lesión, y volviendo a pasar por quirófano.

Gascoigne dejo grandes destellos de calidad en sus apariciones con la Lazio, como sus goles contra la Roma, para empatar el partido en el último minuto, un golazo contra el Pescara, y algunos partidos donde demostró, que de haber estado sano, y centrado en el juego, podía haber sido una de las grandes estrellas de aquella época. Sin embargo, y al igual que le ocurrió durante el Mundial, le falto ese puntito definitivo que separaba a los Cracks, de los verdaderamente grandes. A pesar de ello, los aficionados “Laziales” le adoraban, siendo siempre uno de los favoritos de la grada por su habilidad y su carácter irreverente, del que también dio muestras, como aquella vez que fue expulsado, y se fue saludando uno por uno a todos los rivales. En la última temporada, la 94/95, una lesión solo le permitió disputar 4 encuentros, apareciendo con un aspecto de “Hooligan” total, con la cabeza afeitada y mayor volumen, en contraste con su cabellera de antaño. Ese verano, salía en dirección a Glasgow, al lado protestante de la ciudad.

Allí, durante sus primeros años, Gascoigne volvió a recuperar su fútbol, siendo el mejor futbolista de un equipo que conquisto 2 ligas, una copa de la liga, y una copa escocesa, siendo nombrado mejor jugador de la liga durante su primera temporada allí, la 95/96. En aquel equipo coincidió con otros grandes futbolistas como Brian Laudrup, o Ally McCoist. “Gazza”, seguiadando muestras de ser un gran futbolista, pero también de que iba por un camino de provocaciones e inestabilidad que no auguraban nada bueno, como cuando se le ocurrió celebrar un gol, haciendo que tocaba una flauta, al estilo de las polemicas marchas de  la unionista “Orden de Orange”, en pleno “Old Firm” contra el Celtic, o la pelea que tuvo con McCoist en el vestuario durante el descanso de otro partido contra el Celtic. Al final del partido ganaron los “Gers”, y Gascoigne y McCoist estuvieron compartiendo unas risas. Por aquella época, Paul también volvió a las convocatorias de la selección inglesa, con motivo de la disputa de la Eurocopa de 1996, que se iba a disputar, precisamente en territorio ingles. Allí, “Gazza”, acompañado por Ince, Adams, Shearer, volvió a demostrar su nivel, marcando un soberano golazo a sus amigos escoceses, y llegando de nuevo hasta semifinales, donde volvieron a caer a manos de los alemanes en la tanda de penaltis. Gazza seguía jugando bien en el Rangers, y su nombre seguía en las convocatorias de Inglaterra, hasta que de nuevo su carácter, le volvió a jugar una mala pasada: Fue cazado borracho, degustando un Kebab a altas horas de la madrugada, a una semana de la convocatoria para el Mundial de 1998 en Francia, por lo que el seleccionador Glenn Hoddle, decidió no convocarlo. “Gazza”, volvía a demostrar su mentalidad infantil, en la que todo era un juego, destrozando la habitación del hotel donde se alojaba.

A partir de esto, la cuesta abajo y sin frenos: Sale del Rangers, y ficha por el Middlesbrough, por 3,4 millones de libras, pero no llega a jugar a su nivel, y tiene que salir del club por varios incidentes, entre ellos, estampar el autobús del equipo completamente borracho. De ahí al Everton, donde también sigue de juerga en juerga, y de lio en lio. Ficha por el Burnley, de segunda, pero no lo consigue ascender, y desde ahí comienza su periplo por las clínicas de rehabilitación, buscando acabar con sus tormentos, pero las clínicas no son para él, así que decide irse a China, al Gansu Tiana, donde ficha como entrenador-jugador, y desde ahí, finaliza su carrera en el Boston United. A partir de eso, el hombre que una vez fue uno de los más queridos y populares personajes de Inglaterra, se convirtió en un elemento de burla, y portadas para la prensa, que se alimentaba  de sus caídas y recuperaciones cíclicas, solo para volver a caer otra vez.

Hay personas que parecen nacidas con el propósito de cabalgar hacia el abismo, lenta e inexorablemente, que nada puede remediar que se vayan hundiendo cada vez más en sus miserias, a pesar de contar con un don entre las manos, por el que muchos serian capaces de darlo todo. Paul Gascoigne es uno de estos hombres: Solo es feliz jugando al fútbol  y el resto de la vida se la toma como una broma. Hay jugadores que son capaces de conectar con la afición de una forma tan intensa, que a pesar del tiempo, siguen dejando un recuerdo en la retina del aficionado, capaces de hacerse perdonar cada uno de sus tropiezos, de sus fallos, porque sabes que al siguiente instante, te puede regalar una jugada que nunca vas a olvidar. Ese era “Gazza” un futbolista, de los que probablemente se estén extinguiendo, de los que son capaces de llevar al césped, el juego y el sentimiento de la calle, de expresar en el campo, la pasión del aficionado, y de ser querido por ellos.
Paul Gascoigne siempre fue eso: A Charming Man




jueves, 11 de abril de 2013

¿Lo bueno, si "Hipster",dos veces bueno?

El primer articulo de este blog, fue fruto del momento, de los pensamientos que se fueron acumulando en el espacio que transcurrió entre el final del partido del Málaga  y comencé a aporrear las teclas del ordenador. Para este segundo articulo, decidí meditarlo mas, y buscar algún partido que me fuera mas distante emocionalmente. La Europa League, y mas en sus rondas finales, me proporcionaba una serie de partidos de nivel medio-alto, y equipos a los que no sigo regularmente. Una vez decido el tema, tenia varias opciones para elegir: El Rubin-Chelsea era la mas fácil, aparte de por su emisión en TV, por su horario, pero yo tenia ganas de buscar algo mas bajo, que no fuera tan facil de seguir en los medios, amen de mi antipatía por Manu Carreño. Las alternativas restantes eran: Basilea-Tottenham, Lazio-Fenerbahce o el Newcastle-Benfica. El primero, era la alternativa mas "Hipster", pero tanto hablar del Basilea, y la presencia de Bale por los "Hotspurs", a pesar de que finalmente no jugara, lo habían convertido en algo demasiado "Mainstream" para lo que buscaba en el articulo. Me quedaban los dos últimos partidos, pero me decante por el del Newcastle, por que su resultado, 3-1 en la ida para los portugueses, me daba mas juego que el 2-0 favorable a los turcos del otro encuentro.

Así pues, tras una tarde "productiva" con el ordenador, a las 8:50 me dispuse a buscar los enlaces para verlo (Esta vez no eran en HD) y me proveí de palomitas y coca-cola para su visionado. Lo primero que me llama la atención  es la ausencia de Ben Arfa por parte de las "Urracas", ya que a pesar de ser un jugador muy irregular, es su hombre de mas talento, pero Pardew aposto por el físico y el empuje, tal como yo había previsto, metiendo el once a jugadores como Sissoko, Jonas Gutierrez, Anita o Birgirimana, del que me habían hablado muy bien, ademas de los habituales Papis Cisse, y Cabaye. Unos jugadores muy físicos como digo, pero que quizás no tenían la calidad para suficiente para desequilibrar el partido. El Benfica por su parte, se dejaba en el banquillo a su goleador Cardozo, y apostaba por un once de suplentes, confiando en la ventaja de su resultado. Llama la atención el numero de jugadores de un determinado pais que poblaban las formaciones de los dos equipos: 4 franceses para el Newcastle (Cabaye, Sissoko, Haidara y Yanga-M´biwa) amen de los que quedaban en el banquillo, y 4 argentinos para los portugueses (Garay, Salvio, Gaitan y Enzo Perez).

El partido comenzó, pero no de la forma que yo esperaba, siendo las primeras ocasiones para las "Águilas" lisboetas, que en el minuto 3, con un taconazo de su delantero Lima, y el 5 tras un centro que se enveneno, pusieron en apuros al guardameta Krul, que respondió bien a ambas acciones. El Benfica seguía bien asentado, sin prisa, todo lo contrario que el conjunto ingles, muy revolucionado, y que solo llegaba cerca del área portuguesa mediante los balones colgados por Cabaye, uno de ellos desaprovechado por Cisse con un mal control en el área  Entre tanto, y como no podía ser de otra forma, el enlace empezó a tocar mis atributos varoniles, parándose cuando le daba la gana. Solucionado el problema, llego otra ocasión para los portugueses: Balón largo que llega al lateral izquierdo del área  Krul sale a por el, pero entre que esta justo en la linea, y la presencia de un jugador del Benfica por alli, se le escapa, y tras un pase atrás  Matic se encuentra con la portería sin su protector, y dispara, pero M´Biwa salva bajo palos, en la ocasión mas clara de toda la primera parte. De la misma banda (Casi todas las acciones de peligro del Benfica llegaron por la bandas) partió el centro que Lima remato con la cabeza, aunque se fue fuera por poco. De ahí hasta los últimos 5 minutos de la primera parte, el partido siguió una tónica clara: El Newcastle con la pelota, pero sin saber que hacer con ella, con mucha prisa por meter el balón al área  y un Benfica que estaba bien situado y que no se sentía incomodo. En los últimos 5 minutos se produce un arreon de los ingleses, que culmina con el gol, bien anulado por fuera de juego, de Cisse. Descanso, y los equipos camino del vestuario con esto:



Llego el descanso, y con el las habituales visitas a Baño y Cocina, y el típico vistazo al móvil  Con la llegada de las segunda parte, se producía el primer cambio del equipo ingles: Birgirimana por Ameobi. El joven jugador de Burkina Faso, estuvo muy gris, no apareciendo casi nada. Ameobi le dio mas intensidad arriba al Newcastle, pero seguía sin acercarse con verdadero peligro a la portería del Benfica. En el minuto 60, entra Ben Arfa (Por fin algo de juego por el suelo, pensé  por Anita, lo que retraso a Sissoko al centro del campo junto a Cabaye. De la banda de Ben Arfa llego el gol que puso el partido "interesante": Jugada peleada por Ameobi, que saca  en la linea un balón bombeado, que remata en boca de gol Cisse. 1-0 y el pase a semis a un solo tanto. Ben Arfa era el único que proponía algo mas allá del balón al área  intentando desbordar y chutar a puerta. Pero aunque tras el gol las "Urracas" apretaron, no tenían la pausa suficiente para hacerlo con verdadero peligro. Tras el gol, el Benfica saco la artillería, y puso en el terreno al paraguayo Cardoso y al ex-madrista Rodrigo, y el partido paso a ser un toma y daca mas continuo, pero siendo el equipo portugués el que llegaba con mas peligro, siendo Krul el que salvo a su equipo con varias paradas. En torno al minuto 87, el Newcastle sacaron una falta peligrosa en la esquina del área  la cual podía buscar puerta o por el contrario el centro. Cabaye es un buen lanzador, y seguro que era peligrosa. El francés pone el balón en el suelo....... Y en ese momento, el enlace se vuelve a ir. Mas complicaciones para que vuelva a funcionar, y cuando vuelvo, me encuentro con la repetición del gol del Benfica, de Salvio, a pase de Rodrigo, en el minuto 91.

Desde ahí hasta el final, nada, solo el detalle de la entrada en el campo de Jardel por Salvio, nombre que me traía recuerdos de tardes muertas jugando al Fifa 2000, o de mis primeras ojeadas a las "Guías Marca". El arbitro pito, y yo me quede mascullando la sensación que me había provocado el partido: 70 minutos sosos, 20 minutos intensos y la canción de The Doors, así que al menos me había llevado algo.

Por que como dice el refrán: Lo bueno, si Hipster, dos veces bueno.

martes, 9 de abril de 2013

Cuando la realidad te golpea

Casi pasa una hora tras el final del partido, y puede que sea mi imaginación  pero es la noche que mas silenciosa encuentro a Málaga desde que vivo aquí (y ya va para año y medio).Silencio sepulcral provocado por un objeto esférico introducido en una red, que no era la deseada. Silencio provocado, en resumen, por el golpe con la realidad.

A las 20:45 daba comienzo el partido mas importante de la historia (No olvidemos que reciente) del Málaga C.F. En juego, nada menos que el pase a las semifinales de la Champions League contra el Borussia Dortmund, o dicho de manera mas rimbombante, situarse entre los 4 mejores equipos de Europa. Me dispuse a ver el partido junto a mi compañero de piso, a través de uno de los socorridos enlaces del sopcast, tan recurridos por aquellos que no disponen de los medios para instalar una parabólica decente. El enlace, retransmitido en ruso, ya restaba algo de epicidad al asunto, por mas que al comentarista pareciera que se le fuera la vida en ello, aunque lo único que lográbamos entender, eran los nombres de los futbolistas (Eso si, a todos les añadía una -a al final: Isco=Isca, Joaquin=Joaquina, Lewandowski=Lewandowska), amen de tener los cinco habituales minutos de retraso con respecto al directo, aunque la calidad era HD.

 Los primeros cinco minutos el Málaga estuvo bien plantado, no concediendo oportunidades al Borussia, lo cual aparte de relajarme un poco, me permitió fijarme en la publicidad de camisetas de fútbol que te ofrecía el enlace, siguiendo siempre un patrón repetido: Spartak, Zenit, Anzhi, Shakhtar, y vuelta a empezar. Poco después  sobre el cuarto de hora, el equipo alemán comenzó a soltarse, a llegar un poco mas a la meta de Caballero, lo que hizo que comenzara a centrar mas mi atención en el juego, aunque sazonado por alguna broma con el compañero y algún vistazo rápido al "Whatsapp". Entorno al minuto 20 de nuestro partido, comenzamos a escuchar ruidos de "¡¡¡¡¡¡¡Gooollllll¡¡¡¡¡¡¡" y sonido de trompetas, como viene siendo habitual en mi barrio cada vez que marca el equipo de la ciudad. La espera de esos cinco minutos se me hizo eterna, pero al llegar el gol de Joaquin, no pude reprimir un grito de alegría desmedida, que subía por mi pecho, a pesar del "Spoiler" al que fui sometido. 0-1 y el Málaga con un pie y medio en las semis. 

A partir de ese momento, vuelta otra vez a esa calma tensa, que me permitía distraerme esta vez esperando la llegada de unas amigas, pero controlaba con el rabillo del ojo, como el Málaga seguía bien plantado, espoleado por el resultado, y en especial por dos jugadores: Toulalan y Demichelis, acostumbrados a estas batallas desde hace muchos años, y que con su esfuerzo continuo y capacidad de ayuda el primero, y con su colocación y saber estar el segundo, permitían al equipo competir contra todo un doble campeón de la Bundesliga. Mis amigas llegaron, pero algo incluso peor llegaba detrás de ellas: Una perdida del Málaga en el centro del campo, permitía al Borussia plantarse delante de la portería de Caballero, tras un toque magistral de Reus con el tacón, y una definición sublime de Lewandowski, que ponía el 1-1 en el marcador. Típicas bromas de "Traéis el gafe con vosotras" risitas nerviosas, pero todavía seguras. El resultado nos permitía pasar todavía.

Al vuelta del descanso, llego la pizza que habíamos pedido y continuamos viendo el encuentro. El Málaga seguia bien plantado atrás  sin prisa ninguna, apoyado por un armazon (Willy, Gamez, S.Sanchez, Demichelis, Antunez, Camacho y Toulalan) que le daba un cierta tranquilidad. Otro spoiler nos destapaba que el gol anotado por el Dortmund era en fuera de juego, lo que nos tranquilizo a todos. A partir de aquí  mis recuerdos comienzan a ser difusos: Sobre el minuto 75 volvemos a escuchar el grito de toda una ciudad, celebrando el tanto del Málaga, y por obra del diablo seguramente, el enlace decide dejarnos "vendidos" y comienza a ir a tirones. Comienzan los nervios por ese gol, que nunca llega, entre tirones y mas tirones de la imagen. En nuestro minuto 80, por fin conseguimos llegar a ver el gol de Eliseu (En posición ilegal, como se puede ver) tras un gran pase de Isco, muy apagado toda la noche, a Baptista, que emboco el jugador portugués en gol. A partir de aquí el caos: Decidimos efectuar un cambio de link, y para nuestra sorpresa, descubirmos que no eran 5 los minutos de retraso que llevábamos  sino ¡10¡. Así que nos encontramos en el minuto 90, y sin poco mas que decir, el gol de Reus. Silencio tenso, y típico comentario de "No creo que marquen un gol en lo que queda" Un minuto después, nuevo embrollo dentro del área  y el gol de Santana. El mundo se vuelve mas lento, esperas que el arbitro pite algo, lo que sea, que diga que no es gol. Ves la celebración de los jugadores alemanes, la repetición del gol, que muestra el fuera de juego: Quieres gritar, quejarte, acordarte de todos los difuntos del colegiado, pero no puedes. Simplemente, no te sale la voz. Te aferras a un postrero milagro, que nunca llego, y el arbitro pito el final del partido.

Mi cara debía de ser un poema, quizás una especie de mascara trágica griega, que reflejaba mi interior. Mis amigos hablaron algo, el móvil comenzó a pitar al ritmo de los mensajes entrantes, pero yo ya no estaba allí  Mi mente y mi vista se habían fijado en la venta, en la noche malagueña, esperando que algo me devolviese la atención al mundo, que me llamase de vuelta, pero nada de eso ocurrió  Solo las imágenes de la celebración de los jugadores alemanes me unían al mundo actual. Y asi, sin un grito que reflejara mi ira, ni una mala palabra que expresara mi enfado, solo con una mirada perdida a la ventana, terminaba la participación del Málaga en la Champions. La forma en la que se ha perdido, no debe restarle merito a la hazaña, al contrario, debe embellecerla, pero se hacia difícil pensar en eso cuando se había tenido tan a mano. 

Dicen que la historia la escriben aquellos que vencen, pero que aquellos que sueñan con entrar en ella, terminan haciéndolo, aunque se topen de bruces con la realidad. Málaga sigue en silencio.